La lactancia materna siempre es el mejor alimento para tu bebé. Recuerda que a esta edad los hábitos de alimentación de los niños varían mucho y son impredecibles de un día para otro. No hay que obligarlo a comer, es un error convertir las horas de la comida en una batalla campal por lograr que tu hijo siga una dieta equilibrada. El niño no te está rechazando a ti cuando no come: no es algo personal. Entre más fuerces al niño para que coma, mayor rechazo presentará. En lugar de eso, ofrécele en cada comida una variedad de alimentos nutritivos y él elegirá lo que prefiera. En las futuras comidas no solo le des lo que prefirió, sino que debes ofrecerle nuevos alimentos; de esta forma los irá viendo en el plato hasta que decida probarlos. Si tu hijo rechaza la comida, lo mejor es retirarle el plato y volver a ofrecérselo cuando tenga más hambre. Por difícil que sea creerlo, en la medida que se le aportan alimentos variados y nutritivos, la dieta de los niños se equilibrará de manera natural al cabo de varios días.