Siendo honestos, intentar darle la nutrición que necesita puede parecer agobiante: cuántas veces debes amamantar a tu bebé al día, qué tanto debe durar cada toma, cuál es la frecuencia con la que debes hacerlo, entre muchas otras cuestiones más.
El que tu bebé se familiarice con el ritmo de ciertos eventos cotidianos que suceden todos los días a aproximadamente la misma hora (como, por ejemplo, las horas de comida y siesta) puede ayudarle a disminuir la irritabilidad que acompaña al hambre. Esto, por otro lado, te permitirá determinar más fácilmente si tu bebé necesita un cambio de pañal o está cansado.
Si bien, establecer una rutina puede facilitar las cosas, para bebés alimentados con leche materna se recomienda la libre demanda, es decir, tan seguido y frecuente como tu bebé lo pida4. La clave está en responder a las señales que te da tu pequeño (tomando en cuenta la “flexibilidad” de sus rutinas) y lograr que sus tiempos se ajusten a tu rutina personal.
Aunque de vez en cuando pueden surgir eventos imprevistos, aquí te damos algunas razones por las que seguir una rutina puede ayudar a que tu bebé se sienta más cómodo.
Tú lo eres todo para tu bebé: te busca cuando necesita respuestas a medida que su cerebro intenta comprender lo que lo rodea. Establecer rutinas le ayudará a saber qué le espera a continuación y esto, a su vez, puede proporcionarle un cierto sentido de control del ambiente que lo rodea. A través de una rutina, tu bebé puede intuir lo que viene después y tú puedes confiar en que esto le brindará constancia y una sensación de seguridad.1
Contar con un horario te brinda un plan que te ayuda a sentirte más satisfecha en tu rol, particularmente si eres constante con las rutinas del hogar.2
Alimentar, bañar y contarle historias a tu bebé le ayuda a él, a ti y a cualquier otro miembro de la familia a afianzar sus vínculos. ¡Haz que todos participen en la diversión! Tu bebé comenzará a reconocer estos momentos especiales.2
Todos los bebés son diferentes, y la cantidad y frecuencia con la que se alimenten las determinarán sus necesidades únicas.4 Lo más recomendable es buscar la asesoría de un profesional de salud cuando tengas preocupaciones o inquietudes relacionadas con el crecimiento de tu bebé o la cantidad de leche que recibe.
Aquí te contamos lo que puedes esperar cuando amamantas a tu bebé.
El estómago de tu bebé es muy pequeño, por lo que no necesita una gran cantidad de leche en cada toma. Probablemente, quiera comer cada hora o a las 3 horas; alimentarlo frecuentemente puede ayudarte a incrementar la producción de leche materna y ayuda a tu bebé a practicar la succión y la deglución.4
Los pequeños estómagos de los bebés crecen a la par que su desarrollo. Con el paso del tiempo, tu bebé podría tomar más leche materna en cada que se alimente. Poco a poco aumentará el tiempo que pase entre cada toma de leche materna.4
La mayoría de los bebés, que solo son amamantados, comerán en promedio cada dos a cuatro horas. Los bebés pueden comer hasta cada hora y a esto se le conoce como “periodos frecuentes de alimentación”, mientras que otras veces pueden pasar hasta cuatro o cinco horas sin alimentarse, por ejemplo, cuando duermen.
La frecuencia con la que se alimente tu bebé puede variar dependiendo de la hora del día. Algunas sesiones de alimentación pueden ser más largas, mientras que otras pueden ser más cortas, y eso es normal.
A menudo los bebés solo toman lo que necesitan y dejan de comer cuando se sienten satisfechos. Cuando han tomado suficiente leche materna, se verán satisfechos y con sueño después de la alimentación.
El promedio es amamantar a tu bebé de 8 a 12 veces cada 24 horas.4
La duración y frecuencia de las sesiones de alimentación de tu bebé cambiarán conforme vaya creciendo y cuando comience la alimentación complementaria. Sigue atenta a las señales de hambre y saciedad que te muestre tu bebé y amamántalo siempre que se muestre con hambre (a esto también se le conoce como lactancia a libre demanda).4
Si tu bebé pareciera menos interesado en la leche materna después de incorporar alimentos sólidos, intenta amamantarlo antes de ofrecerle cualquier otro alimento.4
Incluso cuando empieces a ofrecer alimentos sólidos a tu bebé, continúa con leche materna, pues, seguirá siendo una fuente importante de nutrientes.5
La facilidad con la que puedas adoptar una rutina dependerá de diversos factores que pueden incluir aspectos como la personalidad de tu bebé, tu estilo de vida y si cuentas con el apoyo de tu pareja, entre muchas otras variables.
Entonces, ¿cómo puedes determinar cuál es la mejor rutina para tu bebé?
Documentar cada una de las actividades diarias de tu bebé no puede te podría ayudar, escribir o usar una aplicación para registrar las horas en las que tu bebé se alimenta, duerme y juega. Hacer esto podría permitirte reconocer patrones y establecer una rutina acorde a ellos.
Si llevas un registro de esta información, también podrás saber cada cuanto tiempo tu hijo está comiendo, orinando y defecando. Cuando no te sientas muy segura del horario de tu bebé o de cómo lograr que se acople a uno, puedes compartir tus notas con su pediatra para que te oriente. Tu médico tiene el conocimiento y la experiencia que te ayudarán a ti y a tu bebé a establecer una rutina que le funcione a todos los involucrados.
A medida que tu bebé crezca, se familiarizará con la rutina y es probable que se acople más fácilmente a ella. Asimismo, puedes adaptar y modificar un poco las actividades.1 Sin embargo, cuando tú y tu bebé ya parezcan dominar la rutina, tu bebé podría desviarse del horario y tal vez te parezca que retrocedieron algunos pasos. Esto puede suceder durante los periodos de crecimiento acelerado o cuando tu bebé se enferme.
Por otro lado, tu bebé podría decidir repentinamente que no quiere su comida de la tarde. ¡No te preocupes! Piensa cómo puedes manejar el cambio; probablemente puedas empezar a alimentar a tu bebé más temprano.
Amamantar a tu bebé puede ser una experiencia maravillosa, donde se abre un nuevo mundo en el que cada día aprendes cosas nuevas. Sin embargo, un poco de ayuda por parte de tu pareja puede ser muy útil durante esta etapa.
Estas son algunas de las maneras en las que puede ayudarte a medida que estableces una nueva rutina de alimentación:
Tu pareja puede ayudarte a calmar, bañar, cambiar, vestir, acurrucar y hacer eructar al bebé. Pedir a tu pareja que haga estas cosas le da la oportunidad de conocer al bebé y puede ayudarte a que tú puedas realizar otras actividades. Invierte este tiempo en tu cuidado personal o descansa para recargarte de energía. Descansar con regularidad puede facilitar bastante seguir la rutina.
Tu pareja puede acompañarte durante las sesiones de alimentación y asegurarse de que tengas suficiente comida y agua. Además, si necesitas algo que no tengas a la mano, tu pareja estará ahí para ayudarte, de manera que no tengas que interrumpir la alimentación de tu bebé.
Apoyarte también significa ir más allá de lo básico para ayudarte con las tareas del hogar y a hacer los mandados. Si tienes otros hijos, tu pareja también jugará un papel fundamental en su cuidado para que puedas enfocarte en la rutina de alimentación de tu bebé.
Comparte el viaje con tu pareja y aprendan juntos a leer las señales que les da el bebé. Si estás extrayendo tu leche, tu pareja podría alimentar al bebé. Esta es una excelente oportunidad para fortalecer el vínculo entre tu pareja y tu bebé. El hecho de que tu pareja participe en la rutina del bebé, facilita la programación de actividades familiares en torno a las sesiones de alimentación.
Como todos sabemos, a la familia y los amigos les encanta hacer una visita tras la alegría que trae la llegada de un nuevo miembro a la familia. Si tu pareja está al tanto de la rutina de alimentación del bebé, sabrá cuál es el mejor momento para recibir visitas y limitará la cantidad de personas que llegan al hogar.
La leche materna contiene una gran cantidad de nutrientes que son necesarios para el crecimiento y desarrollo de tu bebé. El consumo de una dieta balanceada te permitirá apoyar tu nutrición para la producción de leche. Considera la posibilidad de incluir algún apoyo nutricional recomendado por tu médico para obtener todos los nutrientes que necesitas.
Cada maternidad es diferente, pero todas funcionan como un enlace al futuro y una celebración de las increíbles habilidades de crianza de la madre. Como madre podrías enfrentarte a diversos obstáculos y desafíos. Estamos aquí para apoyarte a medida que atraviesas las diferentes etapas de la maternidad.
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