Desde recién nacido tu bebé distingue una variedad de sabores, como lo dulce y lo amargo, pero le desagradan los sabores ácidos y amargos, dándole preferencia a los sabores dulces debido a que este es el mayor predominante en la leche materna, y el paladar de tu pequeño se acostumbra a éste.
Para su tercer trimestre tu bebé ya había afinado su sentido del olfato. Ahora lo utiliza para encontrar alimentos y comodidad en los aromas familiares de mamá y papá.
Al momento de nacer su visión es un poco borrosa. Conforme ha crecido, su vista ha mejorado y ahora puede enfocar objetos con mucho contraste que se encuentren a una distancia de entre 9 y 12 centímetros. En pocos meses verá los objetos con mucha más claridad.
Algunos nutrientes importantes como el DHA y el ARA, que se encuentran tanto en la leche materna y en algunas fórmulas, pueden ayudar a estimular el desarrollo visual de tu bebé.
Durante las primeras semanas de vida, el oído del bebé no está muy desarrollado. Esto le ayuda en su transición al ruidoso mundo exterior, pues antes sólo estaba expuesto a los ritmos predecibles del vientre. Le sobresaltan los sonidos fuertes y repentinos, pero disfruta de los sonidos suaves y armoniosos.
El sentido del tacto del bebé comienza en la boca y se extiende hacia el resto de su cuerpo. Esto explica porqué le dan ganas de meterse todo a la boca. Éste sentido le permite a tu bebé estar en contacto con el exterior, y gracias a esto tu pequeño aprende las caricias y los abrazos de mamá.
Consulta a tu médico.
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