Mamá con cesárea cargando a su bebé

Si tuviste una cesárea, querrás darte la mejor oportunidad de tener una buena recuperación. Aunque la mayor parte de tu atención se centre en tu nuevo bebé, no debes olvidarte de ti misma: una cesárea implica una cirugía mayor y te llevará tiempo adaptarte a la vida después del parto.

Para tener el descanso que necesitas para que tu cicatriz sane, te presentamos aquí nuestros mejores consejos para una recuperación exitosa.  

Cuida tu cicatriz

Cuidar tu herida es parte importante de la recuperación de una cesárea. Después de que nazca tu bebé, tendrás un vendaje sobre la cicatriz que normalmente se retira entre las 24 y 48 horas siguientes. En lugar de usar tu ropa interior habitual, podrías probar algo creado específicamente para la cicatrización de una cesárea, que sea cómodo para tu piel y la curación de la cicatriz. Deberás mantener la herida limpia y seca para evitar una infección. Puedes ducharte o bañarte con normalidad y limpiar la herida con agua y jabón común, pero asegúrate de secarla suavemente y de exponerla al aire. 

Tómalo con calma

Descansar es muy importante para la recuperación de cualquier cirugía, pero puede ser difícil hacerlo con un recién nacido en casa. Estarás alimentando a tu bebé constantemente, y es probable que tengas que ver a amigos y familiares que quieran conocer a tu pequeño. Sin embargo, no intentes hacer demasiado y procura dormir cada vez que tu bebé lo haga. Tu cuerpo habrá pasado por mucho con la cirugía de cesárea, y el descanso es una de las mejores maneras de promover la recuperación

Evita levantar cosas pesadas

Durante los primeros días de recuperación de tu cesárea en casa, intenta tener a la mano todo lo que tú y tu bebé necesitan, ya que demasiado movimiento podría afectar el tiempo que tarde en curarse tu herida. Durante las primeras semanas, evita levantar cosas que sean demasiado pesadas o que supongan un esfuerzo innecesario para tu cuerpo. Tratarte a ti misma con un cuidado extra, para que tu cuerpo tenga la mejor oportunidad de una buena recuperación, es clave en este momento, así que usa cualquier apoyo que necesites. 

Pide ayuda

Después de dar a luz, y durante la recuperación de tu cesárea, es probable que necesites ayuda adicional. Y no temas pedirla. A tus familiares y amigos que vengan a conocer a tu bebé no les importará lavar los platos o prepararte algo de comer. Solo pídelo. ¿Necesitas que te lleven a una cita médica? Si bien conducir no es una opción por un tiempo (un frenazo repentino puede afectar la herida de tu cesárea), tus amigos y familiares pueden apoyar para realizar los mandados que tú no puedes hacer. Pedir ayuda cuando sea necesario también mejorará tus posibilidades de obtener el descanso que necesitas.  

Presta atención a estos síntomas y llama a un médico si tienes dudas

Es buena idea estar en contacto con tu doctor para que pueda monitorear tu progreso. Si experimentas cualquiera de estos síntomasi mientras te recuperas en casa, debes ponerte en contacto con tu médico inmediatamente, ya que podrían ser signos de algo más grave: 

  • Dolor severo en el abdomen 
  • Escurrimiento de orina 
  • Dolor al orinar 
  • Sangrado vaginal abundante que sea diferente al sangrado postparto 
  • Herida enrojecida, hinchada o dolorosa  
  • Secreción de pus o de líquido fétido en la herida 
  • Tos o falta de aliento 
  • Hinchazón o dolor en la parte inferior de la pierna 

Comer para sanar

Llevar una dieta que nutra tu cuerpo siempre es buena idea. Pero, ¿sabías que ciertas vitaminas y minerales pueden ayudarte a sanarii? A menudo, las proteínas que se encuentran en la carne magra, tofu, pescado, frutos secos y semillas, además de las vitaminas y minerales de las frutas y verduras frescas, pueden ayudar a fomentar una recuperación saludable. Muchos cereales integrales, como la pasta, arroz, pan de trigo y cereales de trigo integral ayudarán a darte la fibra que necesitas para ir al baño con regularidad, ya que los medicamentos para el dolor a menudo pueden hacer que tus intestinos estén un poco lentos.  

Encuentra posiciones cómodas para alimentar a tu bebé

Después de la cirugía, es posible que la lactancia te resulte incómoda, especialmente después de que los analgésicos dejen de hacer efecto. Intenta encontrar una posición cómoda para alimentar a tu pequeño que también ejerza la menor presión posible sobre tu herida. Puedes intentar una posición de acostada de lado o de pelota con tu bebé apoyado en una almohada de lactancia o incluso la posición de cuna o de cuna cruzada con una almohada en tu regazo y tu recién nacido acostado encima de estaiii.    

 

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