Tu bebé empieza a ganar más peso, aunque no tiene mucha grasa.
Esto ocurre porque su piel empieza a cubrirse con una capa de grasa protectora llamada Vernix caseosa. La vernix caseosa es una capa blanca, grasosa y de origen natural que cubre la piel del feto. El recubrimiento de vernix protege la piel del recién nacido y facilita la adaptación extrauterina de la piel en la primera semana posnatal si no se lava después del nacimiento. La ubicación estratégica del vérnix en la superficie de la piel sugiere que tiene múltiples funciones superpuestas necesarias al nacer, como ser una barrera para evitar la pérdida de agua, regulación de la temperatura e inmunidad innata.
Tu bebé mide ahora aproximadamente 19 centímetros.
En esta etapa del embarazo puede que experimentes acidez estomacal, ya que los cambios hormonales y el tamaño del bebé durante el segundo trimestre de tu embarazo hacen más probable que el ácido gástrico suba y provoque una sensación de ardor en la boca y garganta.
Evita alimentos que desencadenan la acidez estomacal. Si tienes alguna duda consulta con tu médico con respecto a los alimentos que deberás evitar, así como si es necesario indicar algún tratamiento.
Trata de no hacer movimientos bruscos que puedan provocar dolor abdominal. Si requieres cambiar de posición mientras estás sentada, muévete lentamente y trata de mantener las rodillas juntas. Mientras el útero crece, los ligamentos redondos que lo sostienen se estiran cada vez más. Esto puede provocar un dolor intenso en los músculos de la espalda baja y la pelvis; para evitar esto, trata de no hacer movimientos repentinos.
En la semana diecinueve de embarazo, es recomendable continuar con una dieta balanceada y nutritiva. También es indispensable seguir realizando ejercicios leves que ayuden a estimular tu flujo sanguíneo y el desarrollo cerebral y corporal de tu bebé. Al mismo tiempo, el ejercicio puede ser bueno para levantarte el ánimo y mejorar el entorno de crecimiento del bebé. Consulta con tu médico con respecto a cuales son los ideales para ti.
Empieza a acariciar tu vientre para que tu bebé reconozca tu tacto y sus sentidos se sigan desarrollando. Su audición es cada vez mejor, por eso, no olvides seguir comunicándote con él/ella y motiva a tu pareja y familiares que hagan lo mismo. Esto creará un fuerte vínculo incluso antes que nazca tu bebé.
Durante la decimonovena semana de embarazo puedes empezar a pensar en su nombre, ya que para entonces, es muy probable que ya sepas si va a ser niño o niña. Ya que conoces esto, puedes ir preparandote para las 20 semanas de embarazo.
Consulta a tu médico de confianza para obtener mayor información relacionada a tu embarazo.
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