Normalmente, lloran inconsolablemente, gritan, salen gases, encogen y estiran sus piernas. Puede suceder 1 a 2 veces al día2.
No hay una explicación clara de porque suceden, pero significa que el bebé está incómodo, irritable o muy sensible, le cuesta trabajo autocalmarse.1
El llanto por “cólico” normalmente se detiene a los 3 o 4 meses de edad, pero puede extenderse hasta los 61.
Antes que nada, debes consultar a tu pediatra para asegurarte de que no es ninguna condición médica1.
Si estás lactando, puedes intentar eliminar lácteos, cafeína, cebolla u otros alimentos irritantes, conforme lo indique tu médico1.
Pregunta a tu médico por la proteína parcialmente hidrolizada1.
No sobrealimentes a tu bebé, espera entre dos y dos horas y media antes del próximo alimento1.
Pasea o arrulla a tu bebé, el movimiento y el contacto pueden ayudarlo a calmarse.
Pon sonidos que lo ayuden a calmarse. Como las canciones de cuna o el ruido blanco pueden ayudarlo1.
Acuéstalo boca abajo y soba su espalda. La presión sobre su estómago puede ayudar a calmar las molestias1.
Envuélvelo en una cobija. Lee como hacerlo aquí1.
Las proteínas parcialmente hidrolizadas o “de fácil digestión” son proteínas que, en lugar de estar “enteras”, han sido divididas en pedazos más pequeños para ayudar al bebé a digerirla y apoyar el manejo de malestares gastrointestinales leves3.
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