¿Qué pasa cuando desarrollas diabetes gestacional?
Producto del balance entre cambios fisiológicos en tu cuerpo y un aumento en la demanda de nutrientes por el feto, después de comer aumentan los niveles de glucosa en sangre, lo que incrementa a su vez la resistencia a la insulina.1
En una persona sana, esta resistencia aumentada provocará un incremento natural en los niveles de insulina, lo que le permitirá sobrellevar esta mayor exigencia metabólica sin complicaciones. En cambio, en una paciente predispuesta (obesidad, dislipidemia, insulinorresistencia previa no diagnosticada, etc.) la resistencia a insulina no podrá ser compensada adecuadamente, desarrollándose la diabetes gestacional.3 Seguir hábitos saludables y una alimentación balanceada antes y durante el embarazo es muy importante. Si tuviste diabetes gestacional, hay algunos consejos para reducir el riesgo de padecerla en futuros embarazos3:
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Tener una buena alimentación.
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Mantenerte activa y hacer ejercicio.
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Bajar de peso antes del embarazo.
El segundo trimestre del embarazo fisiológicamente corresponde al período de mayor riesgo para desarrollar diabetes gestacional, ya que la demanda de nutrientes del feto incrementa.2
¿Cómo disminuir los niveles de glucosa en la sangre?
Si te diagnostican diabetes gestacional será importante que atiendas las indicaciones que te dé tu médico, pues dependiendo de la gravedad de tu cuadro, será el tratamiento que recibas. Seguramente te mandarán una dieta especial y recomendarán realices ejercicio regularmente para controlar tu peso y glucosa. Además, posiblemente tengas que seguir un tratamiento con insulina o metformina, mismos que tendrán que ser recetados por tu médico.
¿Quiénes tienen mayor riesgo de desarrollarla?
Estudios muestran que algunas mujeres con historial de los siguientes factores de riesgo pueden tener mayor probabilidad de padecerla:1-3
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Antecedentes familiares de diabetes en primer grado.
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Antecedentes de Recién Nacidos mayores de 4 kg en embarazos anteriores.
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Antecedentes de nacimientos sin vida.
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Antecedentes de malformaciones congénitas en fetos de embarazos anteriores.
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Antecedentes de muertes neonatales tempranas o síndrome de dificultad respiratoria en recién nacidos.
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Abortos a repetición.
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Toxemia o prematurez en los embarazos anteriores.
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Diabetes gestacional en embarazos anteriores.
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Obesidad.
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Aumento excesivo de peso durante el embarazo actual.
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Polihidramnios (mayor cantidad de líquido amniótico).
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Candidiasis vulvo-vaginal recurrente anterior o durante el embarazo actual.
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Edad materna mayor a 25 años.
¿Cuáles son los síntomas?
En la mayoría de las mujeres, la diabetes gestacional no produce signos ni síntomas evidentes, aunque en algunos casos podrías percibir:1
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Más sed de lo normal.
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Aumento en la frecuencia y cantidad de orina.
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Fatiga (aunque hay que tener cuidado de no confundirla con la fatiga de las primeras semanas de embarazo).
¿Cómo se diagnostica?
La diabetes gestacional puede ser diagnosticada si la embarazada desarrolla manifestaciones clínicas de hiperglicemia (aumento en los niveles de glucosa en sangre) o hiperglicemia postprandial (después de los alimentos).2
Tomando en cuenta que todas las mujeres embarazadas deben acudir regularmente a consulta, tu médico solicitará una serie de exámenes, entre ellos la medición de tu glucosa en sangre y en ayunas, estudios que solicitará periódicamente conforme acudas a consulta. Si se detecta que padeces diabetes gestacional, es posible que necesites chequeos más frecuentes.1,3
¿Qué consecuencias puede tener la diabetes gestacional en el embarazo?
La glucosa no controlada en la sangre durante el embarazo puede traer consecuencias para la mamá y el bebé como: