El flujo vaginal en el embarazo
Es normal que el flujo vaginal comience a cambiar de una o dos semanas después del momento de la concepción. A medida que el embarazo progresa, puedes notar cómo se vuelve más notorio; incluso, durante las últimas semanas, podría incluir algo de moco y algunas trazas de sangre. Esto podría ser señal temprana de que tu cuerpo está preparándose para la labor de parto, y no debería ser motivo de preocupación.2
El flujo durante el embarazo suele ser acuoso, transparente o lechoso, así como con un poco de olor. Sin embargo, puede que este aumente o cambie su consistencia, espesor, frecuencia y cantidad.2
Es importante que te mantengas atenta a cualquier cambio que parecerte anormal, pues podría ser señal de una infección. Si tu flujo pareciera estar aumentando, tiene la consistencia de queso cottage y su olor es más penetrante, no dudes en acudir con tu médico. Así pues, también mantente atenta si sientes picazón o irritación en la zona vaginal.2
Algunas infecciones vaginales pueden prevenirse al usar ropa interior de algodón, que no esté muy ajustada. También procura evitar cualquier tipo de producto de higiene que no te haya recomendado tu ginecólogo.2
Qué comer durante el embarazo
Cuidar tu nutrición ahora que estás embarazada es más importante que nunca. Tu cuerpo necesitará una mayor cantidad de nutrientes como ácido fólico, hierro, calcio, vitamina D y zinc, para darle a tu bebé lo que necesita para desarrollarse de manera adecuada. Estos puedes encontrarlos en distintos suplementos o en tu alimentación en el día a día.3 Aquí te damos algunos consejos extra que te ayudarán a mantener una buena nutrición en tu proceso:
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Procura comer suficiente proteína: Puedes encontrarla en alimentos saludables como frijoles, huevo, carnes magras, mariscos, nueces y otras semillas sin sal.3
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La hidratación es clave: Procura tomar suficientes líquidos en el día; mientras estés embarazada, tu cuerpo los necesitará.3
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Si el agua te aburre y tienes antojo de algún líquido con sabor, prueba a preparar aguas frescas en casa, evitando añadir azúcar.4
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No necesariamente deberías comer más durante el embarazo; es más importante la calidad de lo que consumes. Aunque en el segundo y tercer trimestre podrías necesitar más energía, esta se puede obtener fácilmente añadiendo a tu dieta más verduras, frutas frescas y deshidratadas, frutos secos y semillas.4
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Consumir azúcar durante el embarazo es especialmente riesgoso. Te recomendamos que moderes su ingesta; puedes detectar los alimentos que lo contienen buscando en las etiquetas alguno de estos nombres: sacarosa, glucosa, fructosa, dextrosa, jarabe de maíz, jarabe de maíz de alta fructuosa, glucosa, azúcar invertido, entre otros.4
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La sal contiene grandes cantidades de sodio, lo que podría aumentar la presión arterial. Si estás embarazada, trata de moderar tu ingesta. Una cucharadita de 5 gramos es todo lo que tu cuerpo necesita al día.4
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Prefiere los alimentos cocinados en casa. Una alimentación rica en verduras, legumbres, frutas, frutos secos, cereales integrales y pescado puede ser muy buena durante el embarazo y la lactancia. Recuerda que alimentarte sanamente puede evitar complicaciones en el parto.4
Qué se siente en el vientre cuando estás embarazada
Es normal que sientas algunas molestias abdominales durante el embarazo, sobre todo durante el primero y tercer trimestre. Este puede durar varios días, y aparecer y desaparecer de forma espontánea. Las molestias que sientes pueden deberse a varias situaciones, como:
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Tirones en los ligamentos: Puede que sientas dolor porque tu útero está creciendo. Suelen estar más presentes en el primer trimestre, y en ocasiones recuerdan a los cólicos.5
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Estiramiento de los músculos abdominales: En estos casos, puedes notar el dolor en flancos e inglés, y aunque puede aparecer en el segundo trimestre, se hace más frecuente en el tercero.5
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Molestias intestinales: Esto sucede porque tu digestión se ha vuelto más lenta durante el embarazo. En ocasiones son casi pélvicos, y puede ser complicado distinguir si se producen en el útero o en el intestino.5
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Contracciones: Puedes distinguirlas muy fácilmente de otro tipo de molestias, pero algunas personas pueden confundirlas. En general, es normal tener contracciones si estas no son fuertes.5