El ejercicio es importante tanto para las mujeres embarazadas como para cualquier otro momento de tu vida1. En este momento estás creando una vida, por lo que antes de cualquier decisión, debes de consultar con tu médico para que te dé su recomendación.
El ejercicio te ayudará a sentirte mejor, ya que aumenta tu sensación de control y de energía, reduce dolores de espalda, el estreñimiento y puede hacerte sentir con menos estrés y ansiedad. También ayudarás a tu cuerpo a prepararse para el trabajo de parto con músculos fuertes y un corazón sano, el ejercicio te ayudará a controlar tu respiración y para el manejo del dolor.
Además, si subes de peso será por tu embarazo y no por grasa, así que te ayudará a recuperar tu cuerpo después del parto2.
La cantidad y el tipo de ejercicio que te permitirán hacer dependerá de tu estilo de vida y de lo que normalmente hacías antes de embarazarte.
Algunas cosas que podrían sugerirte son:
Salir a caminar.
Nadar.
Yoga prenatal.
Pilates o ejercicios de estiramientos.
Es importante que no “sobre hagas”, si sientes fatiga, detente y toma aire. Recuerda que, aunque creas que 5, 10 o 30 minutos son pocos, será bueno para ti y tu bebé.
Es importante que consideres que no debes hacer ningún ejercicio que te genere hacer un esfuerzo en el abdomen ni tampoco dar saltos.
Siempre consulta a tu médico antes de iniciar cualquier tipo de rutina de ejercicios. Al inicio seguro te recomendará pocos minutos al día, es un buen comienzo después de haber estado inactiva. Ve añadiendo minutos cada semana.
Toma mucha agua y usa ropa cómoda, siempre escucha a tu cuerpo2.
Consulta a tu médico.
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