Es normal sentirse preocupado en estos momentos. La relación, no sólo con tu hijo, sino con las personas que te rodean, va a cambiar. Es muy importante reforzar los vínculos de amor, protección y cuidado en esta etapa; pero también es importante ser pacientes, y ver cómo va fluyendo su relación, sin poner demasiado peso en ello. Estamos en un momento de construir, y cuando esto termine tendremos que readaptarnos al nuevo ritmo de vida; por esto, debemos mantener en un futuro lo que nos guste y nos sirva de estos tiempos en los que compartimos más momentos de calidad con nuestros hijos.